viernes, 16 de agosto de 2013

TIEMPO MUERTO

UN MOMENTO PARA MEDITAR EN LA SALA DE ESPERA DEL HOSPITAL 


No se puede evitar pensar de todo un poco mientras se esta esperando una consulta, puedes observar a las personas y analizarlas una a una, solo te das cuenta de que después de una hora parece que disfrutan esperar.


Mientras estoy aquí, la vida pasa quizás podría estar en casa haciendo lo mismo que ahora pero sin tanto frio y sin ese olor extraño de los consultorios del seguro social. Mi visita al IMSS, es como la visita de un mistery shopper en una tienda de ropa de marca reconocida, buscando hasta el mas mínimo detalle para criticar la limpieza, la calidad, el buen trato y sobre todo lo competitivo del personal. Otro ejemplo divertido es el crítico restaurantero, que va por todo el mundo probando los mas extravagantes platillos y juzgando de su presentación. Todo en busca de a perfección, pero ¿que acaso eso es lo que hacemos las mujeres todo el tiempo? Estar evaluando a cada momento de nuestras relaciones ¿que es lo que nos gusta de nuestros amantes y que no?, simplemente es deprimente.

Recientemente acabo de terminar de ver la ultima temporada de Grey’s Anatomy, y ahora con mi visita a estos blancos pasillos, me hace recordar como el personaje de Meredith Grey, era una guapa fémina tan complicada en todo, la mujer nunca pudo tener una relación normal con su olvidadiza madre, todo el tiempo se la paso metida en desgracias y así fue como les llamaron a ella y a la cardióloga “ las hermanas retorcidas”, el persona de Ellen Pompeo estaba tan loca, que no desaprovechaba la oportunidad para morir, literalmente para morir. Y a pesar de todo logro quedarse con su gran amor el Dr. Derek Shepperd.

Me pregunto si es asi como las mujeres complicadas como yo vamos andando por un camino de serias dificultades y al final el cielo o el infierno nos premia con el hombre inteligente, ardiente, adinerado y guapo que nos merecemos. ¿es asi como funciona realmente?
Mujeres complicadas, simplemente debemos existir millones y que es realmente lo que queremos, pues no sabemos. 

Continuamos en la espera, sentadas en una sala llena de silencio donde solo miras pasar a las personas. Hasta que alguien diga nuestro nombre en alto, muy en alto. 

Cinthia G. 


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